De Mecerreyes a Sto. Domingo de Silos

Hola amigos !

Tercera jornada en el Camino del Destierro, entre Mecerreyes y Santo Domingo de Silos

Tras estar toda la noche lloviendo, amanece un día plomizo y gris, aunque apenas ha dejado lluvia, salvo a ultima hora del día, cuando ya he completado el recorrido.

Nada más salir del albergue me doy de bruces con la estatua del Cid, que está ubicada a las afueras del pueblo, camino de Covarrubias, y que ya daba por hecho que no la vería, pensando que estaba en otra zona. En su escudo, un fragmento del Cantar de Mío Cid...

Monumento al Cid (Mecerreyes) 

"Enbraçan los escudos

delant los coraçones,

abaxan las lanças

abueltas de los pendones, 

enclinaron las caras 

de suso de los arzones, 

ívanlos ferir 

de fuertes coraçones. 

A grandes vozes llama 

el que en buen ora naçio: 

¡Feridlos, cavalleros, 

por amor de caridad! 

¡Yo só Ruy Díaz el Çid 

Campeador de Bivar!" 

Covarrubias

Apenas una hora de camino y llego a la milenaria villa medieval de Covarrubias, ubicada junto al caudaloso río Arlanza. Ya en siglo X, Fernán González, conde de Castilla, convirtió a esta ciudad en capital del Infantazgo de Covarrubias y cabeza de uno de los más importantes señoríos monásticos.

A la ciudad se accede a través del arco de piedra del edificio donde está ubicado el archivo del Adelantamiento de Castilla, y también, la oficina de turismo.

Posee un patrimonio monumental muy importante. Estos son algunos de los que he podido visitar:

• Colegiata de San Cosme y San Esteban

Este lugar guarda tesoros muy interesantes como son los sarcófagos romanos del siglo IV, en piedra, magníficamente labrados y decorados.

En el claustro, construido en los primeros años del siglo XVI, está el sepulcro gótico de la princesa Cristina de Noruega, primera esposa del infante Felipe, hermano de Alfonso X el Sabio. Según la leyenda murió de nostalgia por su país. Todos los años el Embajador de Noruega se acerca por esta Colegiata para recordar su memoria y depositar un ramo de flores. Una estatua de esta infanta adorna los exteriores de la iglesia.

Pero quizá la obra cumbre que alberga el museo de la Colegiata sea el extraordinario tríptico de la Epifanía, muestra emblemática de la escultura gótica de finales del siglo XV y que no permiten fotografiar.

• El imponente torreón de Fernán González, que no he podido visitar por dentro, por estar cerrado. 

Torreón Fernán González (Covarrubias)

Rollo

Otros lugares interesantes son:

• El Rollo Jurisdiccional del siglo XVI, situado a las afueras de la localidad, en la ruta hacia Retuerta. Representaba la categoría administrativa. Se instalaba en las villas que tenían plena jurisdicción, indicando el régimen al que estaba sometido: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico.
• Los dos Cruceros. Del siglo XVI. Uno está situado frente al Archivo del Adelantamiento de Castilla y el otro, frente al Torreón de Fernán González.
• La casa de Doña Sancha, del siglo XV, situada frente al torreón. Está considerada el máximo exponente de la arquitectura tradicional de la villa. La fachada de adobe y entramado de madera.

Casa de Doña Sancha (Covarrubias)

Tampoco es un mal plan callejear por la zona medieval, admirando las casas porticadas, con sus fachadas de madera y adobe pintado en color blanco, así como caminar junto al río Arlanza, admirando las murallas.

Muy a mi pesar, dejo sin visitar las ruinas del monasterio benedictino de San Pedro de Arlanza, por estar alejado de la ruta del Cid. Fue fundado por el padre de Fernán González en el año 912 y está considerado como la cuna de Castilla.

Prosigo viaje hacia Santo Domingo de Silos, haciendo una parada en Retuerta. Sus callejuelas de adobe y madera son un escenario perfecto para ver cómo se construía antiguamente. Ya de camino a Silos he podido ver las carboneras que aún se utilizan. Este es uno de los pocos pueblos en los que se conserva la práctica del carboneo sin fines turísticos. En el mismo recorrido también he podido ver numerosas bodegas familiares, rústicas, excavadas en la tierra.


Santo Domingo de Silos

Por fin en Silos. Justo a la hora de comer. Por supuesto, cordero. Estamos en la zona adecuada y no hay que dejar pasar la oportunidad.

Claustro Monasterio de Santo Domingo de Silos

He visitado, de forma guiada, el maravilloso claustro de la Abadía de Silos. No hay en el mundo un claustro más extraordinario. Ni siquiera el del Parador de San Marcos de León, que también es otra obra de arte. Este es un lugar de una belleza enorme, que transmite armonía entre todos los elementos que lo componen, emanando de todo ello una gran espiritualidad.


En este recorrido, la Botica. Otro lugar especial y muy bonito. Contiene un sinfín de jarrones de cerámica, hechos en Talavera de la Reina, y también, libros de medicina. Se salvo de su desaparición gracias a un señor de Bilbao, llamado Juan de Aguirre Achutegui, que se lo arrebato en el ultimo momento a un belga, que lo había comprado previamente. Después lo donó al monasterio. En la botica hay una placa de agradecimiento. Como vasco me alegro del buen hacer y generosidad de este hombre.

No he podido visitar la Biblioteca. Con sus más de 250.000 volúmenes es sencillamente espléndida. La única forma de verla es solicitarlo por escrito a los monjes, justificando que se desea consultar sus libros con motivo de tener que realizar algún tipo de trabajo.

A las 19:00h he ido a la Abadía, a Vísperas. La iglesia abarrotada. 40 minutos oyendo cantar a los monjes benedictinos, vestidos de riguroso color negro. Sencillamente es una gozada oírles...

Han cantado, entre otras, el Padre Nuestro en latín: "Pater Noster, qui es in caelis..." ¡Magnifico!

Su forma de cantar transmite un paz increíble.

No han cantado "Ave Mundi Spes Maria" que para mí es la mejor, de entre todo el reportorio de los monjes de Silos.

Me ha sorprendido enterarme que por Silos y Covarrubias discurría el antiguo Camino de Santiago, prodecente de Roncesvalles. Ahora la ruta está totalmente en desuso, pero sí que está señalizada con las consabidas flechas amarillas.

Después, un poco de cena y a dormir...

Un abrazo