domingo, 19 de abril de 2015

Valoración Camino del Deshonor


Hola amigos,

Concluido este tramo del Camino del Cid, el llamado Camino del Deshonor o Camino del Destierro, quiero hacer una valoración personal de lo vivido, y de lo que he podido ver a lo largo de todos estos días.

En primer lugar debo decir que prácticamente la totalidad de la ruta, desde su origen en Vivar, provincia de Burgos, hasta Atienza, ya en Guadalajara, me ha parecido bellísima. Quizá la época en la que he realizado este camino -primavera- ha contribuido a potenciar esa belleza. Prácticamente todo el trazado transcurre a una altitud media de unos 1000 metros, a través de pistas agrarias, senderos de montaña, y en menor medida, algún que otro tramo de carretera.


Señalización

En general, es buena y suficiente, es
pecialmente en la provincia de Burgos. Quizá habría que mejorarla en la salida desde esta ciudad hacia San Pedro de Cardeña, pero tampoco representa mayores problemas.

En los municipios sorianos que menciono más abajo, conviven señalizaciones del Camino del Cid, de la Ruta de la Lana y, si no me falla la memoria, Rutas del Duero. En mi opinión, es necesario mejorar la señalización en estos dos puntos para evitar despistes:

  • En Pedraja de San Esteban, las señales son confusas dentro del pueblo y no orientan claramente hacia la siguiente localidad: Alcubilla del Marqués. Un despiste en este último pueblo supone regresar de nuevo a Pedraja de San Esteban.
  • También se ha de mejorar la señalización entre Berlanga de Duero y Brias, en lo que es la parte más alta del trazado, una zona de monte bajo. Yo tuve dificultades para cruzar esa zona de arbolado y, por lo que me han transmitido los vecinos de esos lugares, se han dado varios casos de extravío en esa zona, particularmente ciclistas. 

Servicios

Para las personas que hacemos el Camino del Cid andando, este trazado carece de una infraestructura de albergues adecuada. Es más que probable que el caminante tenga problemas para dormir en algunos puntos de la ruta. Los escasos establecimientos hoteleros pueden estar ocupados por turistas o cazadores, especialmente en épocas de vacaciones o Semana Santa, como ha sido mi caso. Esto puede llegar a ser un verdadero problema. Hay que tener en cuenta que el caminante, con una mochila sobre su espalda, apenas tiene margen de maniobra.

A esto habría que añadir, que en muchos puntos no existen servicios de hostelería, en los que poder reponer fuerzas o comprar alimentos.

Estamos hablando de una ruta que transcurre por la zona más despoblada de Europa. Es normal encontrarse con numerosos pueblos deshabitados, en los que apenas viven 2 ó 3 ha
bitantes, en su mayoría personas de avanzada edad, las cuales cubren sus necesidades gracias a camiones-tienda que llegan a sus localidades un par de días a la semana.


Patrimonio artístico y cultural

He podido comprobar el im
portantísimo patrimonio artístico y cultural que tiene esta ruta, sembrada de castillos y fortalezas medievales, y también, de restos de ciudades más antiguas como la romana Clunia, e incluso restos de civilizaciones aún más antiguas, como la celtíbera. 

Prácticamente en todos los pueblos hay al menos una iglesia románica extraordinaria; eso sí, todas ellas cerradas a cal y canto, por la ausencia de sacerdotes y también, por el expolio al que están expuestas.

En sus conventos, como el de Nuestra Señora del Espino, o el de San Pedro de Cardeña, o el de Silos, apenas quedan religiosos que los mantengan y cuiden, debido a la falta de vocaciones.

También he comprobado la falta de medios económicos, y quizá también falta de interés por quien tiene ese deber, en la conservación de este extraordinario patrimonio.

Hay pueblos que tienen un potencial turístico de primera línea, como es el caso de San Esteban de Gormaz.


Sugerencias al Consorcio Camino del Cid

He realizado sin compañía alguna este trayecto y puedo asegurar que no he visto a una sola persona,
caminando o en bicicleta, en sus 300 km de recorrido. En más de una ocasión he pensado que esto tiene también su riesgo. He podido comprobar que en ningún sitio me esperaban, ni como decía anteriormente, había previsto alojamiento alguno para mí. Esto me lleva a la primera de las dos sugerencias que le quiero plantear al Consorcio del Camino del Cid:
  • Especialmente para las personas que realizan esta ruta caminando, ha de haber una trazabilidad; es decir, la red de establecimientos adheridos al sellado del Salvoconducto deben controlar lógicamente la salida, pero también ha de haber un establecimiento que espere su llegada a lo largo de la jornada.
  • La segunda sugerencia está relacionada con el rigor y la ética en el cumplimento del Camino. Como comentaba en la entrada de este Blog “Burgo de Osma a Recuerda” hay personas que no hacen esta ruta caminando o en bicicleta, sino que la realizan en coche, incluso tres o cuatro personas en el mismo automóvil, con sus correspondientes Salvoconductos, utilizando los escasísimos servicios hoteleros que existen, dejando con ello, totalmente desprotegido al que realiza este camino haciendo el mayor esfuerzo, el que lo realiza caminando. La sugerencia es obvia: Se debe establecer un sistema de prioridades que proteja al caminante, frente a los que más opciones tienen, como es el caso del automovilista.

Agradecimientos

Con esta valoración doy por concluido el primero de los tramos del Camino del Cid, pero antes debo de agradecer al Consorcio del Camino del Cid la magnífica página Web http://www.caminodelcid.org que pone a nuestras disposición, en la que podemos encontrar información y ayuda muy valiosas.

Y también, como no puede ser de otra manera, agradecer la ayuda desinteresada que me han prestado numerosas personas a lo largo del Camino del Destierro, y también la atención y el cariño de otras muchas. Gracias a todos ellos, por lo que me han enseñado y por lo que me han aportado.


Dejo esta imagen de mis huellas tomadas en un punto del Camino del Destierro, acompañadas de unos versos de Antonio Machado y complementados por unas estrofas compuestas por Joan Manuel Serrat, que alumbraron la canción "Caminante, no hay camino"...


Antonio Machado, aunque nació en Sevilla, pasó parte de su vida en Soria. Fue un gran caminante, que hacía largos paseos junto al rio Duero y practicaba habitualmente senderismo. Es muy probable que haciendo la ruta del Cid hayamos compartido caminos en algún momento y, de alguna forma, también experiencias similares.

Esta circunstancia, y el hecho de que fuera él precisamente, el que como nadie supo captar la esencia misma del caminante, del que..., en su discurrir lento y pausado, reflexiona sobre las cosas y la vida en general, es lo que me ha animado a cerrar el Camino del Destierro haciendo referencia a su persona y a su obra inmortal.

Él supo ver y sentir que la vida se asemeja mucho a un camino y, basándose en esa percepción, escribió sus celebres versos. Yo creo que su poema, su poesía..., tiene al mismo tiempo una visión realista de la vida y también un fondo que emana romanticismo.

Su poema invita a descubrir nuevos horizontes, nos dice que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio camino por descubrir y recorrer, que debemos perseguir nuestros propios sueños..., a la vez que nos recuerda que no es posible transitar de nuevo por el mismo lugar, que solo nos quedarán estelas en la mar, solo nos quedarán nuestros recuerdos, nuestras vivencias...

Siendo esto así, estamos obligados a vivir. A vivir con mayúsculas, sin miedos, aunque la incertidumbre sea grande, para poder ver esas estelas en la mar... que nos acompañen hasta nuestros últimos días.

Yo solo añadiría que no hay mayor mundo por recorrer que ese que tenemos sobre nuestros hombros. Una travesía infinitamente más larga y compleja que el Camino del Cid.

Un abrazo

No hay comentarios:

Publicar un comentario